Caso ERE

Moncloa adelanta el indulto al delincuente Griñán condenado a 6 años: «No hay motivos para denegarlo»

José Antonio Griñán debe cumplir una pena de seis años de cárcel.
José Antonio Griñán debe cumplir una pena de seis años de cárcel.
Joan Guirado

En Moncloa ya abonan el terreno para indultar al que fuera presidente socialista de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán. Pese a haber participado en el saqueo de más de 680 millones de euros de las arcas públicas, junto a otros ex altos cargos del PSOE, que debían ir destinados a los parados y que se emplearon, entre otras cosas, en comprar droga y en servicios sexuales en varios prostíbulos de Andalucía.

Fuentes gubernamentales consultadas por ese periódico afirman que «si alguien solicita el indulto», algo que el propio abogado del ex presidente de la Junta ya ha confirmado, «no hay motivos para denegarlo». «Más teniendo en cuenta la edad de Griñán», recuerdan en el entorno del presidente. La misma argumentación que hace poco más de un año utilizó el Ejecutivo de Pedro Sánchez para indultar a los golpistas catalanes. El letrado, este mismo martes, apuntaba que tiene «la obligación de valorar y de estudiar todas las vías para evitar que se consolide el criterio que, con toda la humildad, pero también con claridad», algo que le «parece manifiestamente injusto». «El indulto es una de esas vías, sin duda, y no sé por qué tendría que renunciar», agregaba.

La noticia de que el Tribunal Supremo confirmaba los seis años de cárcel y quince de inhabilitación para cargo público para el que fue también presidente del PSOE y ministro de Trabajo y de Sanidad, que presidió el Gobierno andaluz durante cuatro años, se ha conocido en medio de la penúltima reunión del Consejo de Ministros del actual curso político. Así que, si la defensa de José Antonio Griñán tramita con cierta agilidad la solicitud de indulto, incluso antes de que se haga pública la sentencia -algo que según fuentes jurídicas ocurrirá en septiembre-, hasta la vuelta de las vacaciones el Gobierno no podrá estudiar la petición. Aunque la voluntad, manifiestan en Moncloa, es «resolverlo cuanto antes» para que no tenga efectos en las elecciones autonómicas y municipales. Eso facilitaría la entrada en prisión de José Antonio Griñán, en función del plazo que le dé el Supremo para ejecutar la sentencia, aunque podría aplazar su encarcelamiento recurriendo al Tribunal Constitucional con un incidente de nulidad.

Como en su partido, el PSOE, en el Gobierno también dicen que «Pepe Griñán es una buena persona, una persona honesta, que no se ha llevado ni un duro a casa». Por eso, pese a «respetar la decisión de los tribunales», creen que «no es justo que entre en prisión». En Moncloa, conscientes de las presiones que recibirán por parte de los históricos del partido, ya se anticipan a una decisión que probablemente volverá a tensionar las costuras de la coalición con Podemos. La parte socialista del Ejecutivo reconoce que les «va a costar una buena bronca con nuestros socios» pero que «no les quedará otra que tragar, porque tenemos mayoría en el Consejo de Ministros».

Es cuestión de semanas que un condenado por corrupción, por el desvío de fondos públicos que sirvieron para que otros compañeros de partido se los gastaran en drogas y prostitutas, sea perdonado por un Gobierno que llegó al poder abanderando el discurso contra la corrupción.

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